10 de marzo de 2013

Volvemos a la 66!!


3 años. Y parece que fué ayer. El 23 de marzo del 2010 salíamos rumbo a la gran aventura americana. Y hoy, a 10 de marzo del 2013, nos quedan exactamente 10 días para volar a terminar el tramo final que nos dejamos la otra vez. Exactamente 1094 días después de la primera vez, volveremos a rodar por la 66!!
Quiero aprovechar este post para contar un poquito la historia del por qué y gracias a quién volveremos a cumplir otro sueño.
Enero de 2012. En un viaje fugaz a Madrid, para asistir a un concierto en el Gruta 77, tuve la suerte de conocer personalmente a Carlos y Lola. Para los habituales "de toda la vida" de la escena rockabilly española, no hace falta presentación. Todo el mundo sabe quién son. Pero esa noche coincidimos allí.
Lo que más recuerdo con cariño de esa noche, son las horas que Carlos y yo nos pegamos hablando de la Ruta 66. Casualidades de la vida, ellos estaban terminando de montar una agencia de viajes on-line, dedicada a montar viajes por EEUU. Al poco tiempo, su web se hizo realidad, USA Explorers.

La verdad, es que fue emocionante conectar con alguien que también se emocionaba al hablar de los lugares de la Ruta Madre. Sinceramente, no creo que haya mucha gente por ahí que se emocione después de hacer 500km al llegar a una gasolinera. :)
A estas alturas de mi vida, no suelo apostar por conocer gente y que nazca una gran amistad. Pero, con estos chicos, ha sido toda una alegría ver que, además de tener gustos comunes, son unas personas estupendas. De las que siempre te alegrarás de haber conocido.
Junio 2012. Rockabilly Rave, England.
El Rockabilly Rave es otro de los grandes festivales internacionales y, el año pasado, pudimos asistir a su edición nº 16.
Recién instalados en nuestro apartamento con nuestro amigo Toni, bajaba yo por las escaleras, cuando me saludan una pareja que se suponía no iban a estar allí: Carlos y Lola se presentaron en el Rockabilly Rave sin decirle nada a nadie!! Y convirtieron el festival en uno de los mejores de mi vida. Qué bien nos lo llegamos a pasar!!
En uno de nuestros ya famosos vermús, en nuestro apartamento, volvimos a dejarnos llevar por el sueño de volver a la Route 66. Si es que, era empezar a hablar del tema con ellos y no poder parar!!
A final del verano, principios del otoño, saltó la gran noticia por la red: Little Richard anunciaba el último concierto de su carrera en el festival Viva Las Vegas.
Little Richard!! por favor!! era una ocasión única, la excusa perfecta para volver.

Y, a partir de ahí, os podéis imaginar. No paré de calentarle a Javi la cabeza, hasta que conseguí el sí. Miré fechas, revisé rutas. El festival coincidía con las vacaciones escolares de nuestro hijo, que podría irse de visita a casa de los abuelos en Semana Santa. Incluso teníamos unos días antes del festival para poder terminar el tramo final de la ruta, que dejamos sin hacer la otra vez. Encajaba todo!
En octubre tomamos la decisión. Esta vez yo no iba a poder dedicarle el tiempo que le dediqué en el otro viaje a los preparativos, eso lo sabíamos bien. Y aquí entra el papel de Lola y Carlos en toda esta trama. USA Explorers nos iban a ayudar a realizar el sueño de volver a los EEUU.
Y, después de unos meses poniendo todo el asunto en sus manos, os puedo asegurar que no nos arrepentimos en absoluto. Por el cariño y mimo con que nos tratan, por la atención recibida, por el esmero con que lo han preparado todo... sólo tuvimos que decirles qué era lo queríamos hacer, qué queríamos ver y cómo (en Harley, claro) y, a partir de ahí, a soñar.
Os dejo a continuación el enlace al Google maps con el trazado de este viaje y los puntos que vamos a ir visitando:


Ver VLV & Route 66 en un mapa más grande
Acaba de llegar a casa, hace un par de días, el paquete con la guía personalizada de la ruta que vamos a realizar y toda la documentación necesaria.

Desde aquí sobre todo, darles las gracias por todo el esfuerzo realizado, por lo bien no, lo maravillosamente bien que nos están tratando (porque los preparativos sólo han sido el principio) y por el entusiasmo que se nota que tienen en lo que hacen. De todas todas, organizar un viaje a EEUU con USA Explorers es una apuesta segura.
Gracias chicos!!

8 de marzo de 2013

Holbrook y el Wigwam Motel. 1ª parte.

Sólo a unos 27Km de la salida del Petrified Forest, ya estábamos en nuestro destino del día: Holbrook.

Antes de empezar a parar por todos los moteles y carteles que íbamos viendo, decidimos ir directos a intentar reservar habitación en el motel más mítico. El Wigwam Village Motel!

Aquí os dejo una muestra de lo que fuimos viendo de camino a él:

Holbrook es bien conocido por los viajeros de la 66, precisamente por el Wigwam Motel, un "poblado" compuesto de varias cabañas diseñadas para parecerse a tipis indios. Cada tipi es una habitación independiente, con todas las comodidades de la época para el viajero. Y os puedo asegurar que se mantienen exactamente igual que entonces!

Hubo un tiempo en estos poblados llegaron a ser siete, todos construidos entre 1933 y 1950. El original, nació en Horse Cave, Kentucky, ideado por Frank Redford. El de Holbrook, donde estábamos, fué construído por Chester Lewis en 1950. El poblado hermano de Rialto, cerca de San Bernardino, fue el último en ser construido y, junto con el de Holbrook, son los dos que actualmente están en funcionamiento.

Habíamos leído que los turistas solían reservar habitación con mucho tiempo de antelación, por no arriesgarse a quedarse sin dormir en tan peculiar sitio.
Pero está claro que la suerte nos sonreía. Aparcamos el coche en la puerta y, entrar en la recepción nos transportó muchos años atrás.

Nos recibió una señora muy, muy mayor. Tiempo después, supe que era la viuda de Chester Lewis, fallecido en 1986. Él había cerrado el motel dos años atrás, en el 84. Pero, hace poco, su viuda y sus hijos decidieron reabrir y luchar por el sueño de Chester.

Nos confirmó que le quedaba una habitación, pero la pobre se disculpó porque sólo tenía una cama, de tamaño "normal". A estas alturas del viaje, ya sabíamos por qué. En los hoteles de EEUU, las habitaciones dobles tienen, o bien dos camas Queen size de 1,80x2 metros, o dos camas King size, que ya son de 2x2 metros. Una barbaridad.

Nosotros, encantadísimos de que sólo hubiera una cama de matrimonio "estándar". Si es que, tampoco necesitábamos más!

Como podéis ver en estas dos fotos, el interior de un tipi o wigwam, conservaba los muebles de la época dorada de la Ruta 66, los años 40 y 50. Estaban preparados para que el viajero se encontrara con todas las comodidades: baño con agua caliente, televisión, aire acondicionado, calefacción, aparato de radio... Con el paso de los años, todo se ha mantenido igual. Claro que, hoy en día, ya no se puede decir que aquí se pueden encontrar "todas las comodidades". ;)

De hecho, creo que entre el olorcillo a mueble rancio, la cama un tanto vieja y el frío que nos hizo, no fué una de las noches más cómodas. Pero la ilusión que nos hizo estar allí sí que la convirtió en una de las noches más emocionantes. Curioso.

Podéis encontrar más información sobre el Wigwam Motel de Holbrook, en esta entrada de Wikipedia.

Y, sobre Holbrook y su historia, en este apartado de la gran página "Legends of America".

11 de noviembre de 2012

Cruzando el Painted Desert. Arizona.

Empezar a cruzar Arizona por el país de los Navajos, donde la Ruta 66 tiene el papel de conectar los pequeños pueblos a través de su historia. Lugar para respirar hondo, disfrutar de la inmensidad de los paisajes, mirar hacia las nubes y oler... la libertad. Es seguramente, el tramo de la Ruta Madre donde mejor se puede experimentar lo que realmente fué hace mucho tiempo.

Arizona es el estado donde se conservan más tramos originales de la Ruta 66. Algunos intactos, otros en bastante mal estado. Como ya venía siendo costumbre, también hay que tomar en ocasiones, obligatoriamente, la I-40, ya que el trazado original desaparece.

Desde Lupton (donde está ubicado el Yellow Horse) fuimos un rato por la I-40. Se puede tomar la 66 desde la salida 325, en Navajo. No habíamos decidido si finalmente la seguiríamos hasta Holbrook, nuestro destino de este día para pasar la noche, o podríamos seguir un tramo de Ruta 66 original para poder atravesar el Painted Desert, dentro del Parque Nacional Petrified Forest.

Pero llevábamos el día a buen ritmo desde que habíamos salido por la mañana de Albuquerque, así que decidimos que podíamos dedicar un tiempo a ver este Parque Nacional. De hecho, iba a ser el único Parque Nacional que visitaríamos en este viaje. Y no nos arrepentimos.

Salimos de la I-40 por la salida 311 y nos adentramos en esta aventura de 45 kilómetros (28 millas) a través del desierto.

En cuanto se ve el cartel del Parque Nacional Petrified Forest, se encuentra el Visitors Center, con amplia información sobre cómo se formaron estas llanuras, con folletos en varios idiomas, también en castellano. Es allí donde hay que pagar la entrada para acceder al Parque. Y cómo no, un surtidor de gasolina en la puerta. Indispensable entrar en el Parque con el tanque lleno, que fué lo que hicimos.

Y allí estaba, inmenso, precioso, el Desierto Pintado. Un área infinita, que va desde unas 18 millas al este de Holbrook, hasta prácticamente el Gran Cañón.

Eones atrás, hace unos 225 millones de años, este altiplano seco fue una extensa llanura de aluvión, atravesada por muchos arroyos y ríos. Al sur, donde se encontraban los nacimientos de estas corrientes de agua, había un bosque de grandes y majestuosos pinos, lo que hoy es el Petrified Forest. Esta región estuvo habitada por reptiles parecidos a los cocodrilos, anfibios gigantes y varias especies de dinosaurios.

Los árboles más altos cayeron y fueron arrastrados por esos ríos hasta la llanura. Fueron sepultados bajo arcilla, lodo y ceniza volcánica, que privaron de oxígeno a los troncos, lo que impidió su descomposición. Con el tiempo, las aguas subterráneas, con alto contenido en sílice penetraron en los troncos y poco a poco, la madera fue petrificada, durante el proceso de conversión del sílice en cuarzo.

En medio del desierto, en el punto de Kachina, nos encontramos con lo que, desde el año 1987, ya es un monumento nacional histórico de la Route 66; el Painted Desert Inn, que sirvió de posada a tantos y tantos viajeros. Fue construido en la década de 1920 y luego restaurada en los años 30 por el Cuerpo Civil de Conservación. Más tarde, se convirtió en una parte de la cadena Harvey House. En las dos fotos siguientes, podéis ver su estado actual, tal y como la encontramos nosotros y a su derecha, una postal antigua.

Nada más pasar el edificio de la posada, el paisaje comienza a cambiar, con extensiones de tierra más amplias y sobre todo, en el colorido, volviéndose de unos marrones más oscuros.

Cerca, encontramos un pequeño "homenaje" a la 66, creo que era el punto por donde debía de seguir su camino pero, en la actualidad no hay que tomarlo, ya que no tiene salida. La carretera se encuentra cortada. Si has entrado en el Parque Nacional, hay que bajar obligatoriamente hasta el final del Bosque Petrificado, para tomar la 180 a la derecha, en dirección a Holbrook.

Hay nueve miradores a lo largo del recorrido, donde se puede parar a contemplar los puntos de interés. Uno de ellos fué "Newspaper Rock" donde, aunque difíciles de distinguir en las rocas, están tallados los jeroglifos, prueba de que los indígenas "pueblo" vivieron en esta área antes del año 1400AD.

Nos íbamos ya acercando al terreno del Bosque Petrificado.

Hoy en día, el viento y el agua continúan erosionando las capas de sedimentos y, poco a poco, va exponiendo otros troncos y fósiles ocultos bajo la superficie. Hay capas de piedra de hasta 90 metros de grosor que todavía contienen fósiles.

En 1906, durante el gobierno de Teddy Roosevelt, algunos de los bosques ya fueron oficialmente declarados Monumento Nacional del Bosque Petrificado, al ver el peligro que corría la zona si la gente seguía llevándose la madera petrificada, lo cual hoy en día, está totalmente prohibido y duramente sancionado. Hay tiendas dentro y fuera del parque donde se vende madera petrificada, que proviene de terrenos privados cercanos al parque.

Finalmente, fue nombrado Parque Nacional en 1962.

3 de noviembre de 2012

Cruzando la División Continental, Gallup y el Yellow Horse.

El tramo desde Grants hasta Gallup, hay que hacerlo por el trazado original. Sí o sí.

Y pasar por los pueblos pequeños como Bluewater, Milan, Prewitt y Thoreau, antes de llegar a la división Continental.

Es un tramo de la 66 bastante ancho, pero poco utilizado. De hecho, no encontramos a nadie en nuestro camino. Cuando la Ruta 66 era joven, esta era una importante zona productora de zanahorias que cubría miles de hectáreas.

El encanto del momento fué encontrar los innumerables moteles abandonados y gasolineras vacías a los lados de la carretera. Vamos, para lo que habíamos venido!

El tramo entre Bluewater y Prewitt era de especial interés para Javier que, en el libro "Route 66 Adeventure Book" de Drew Knowles, leyó sobre un sitio destartalado, una casa hecha de uralita metálica, cuya fachada estaba cubierta de matrículas de coches, en el lado que da a la interstatal:

Paramos 2 minutos a hacerle unas fotos. Fué un momento, digamos, "incómodo". Notar cómo se movía una esquina de la cortina, quizás para ver quién se acercaba y leer el letrero de la valla, pintado a brocha, que decía "Keep out or shooting", fué suficiente para no alargar la visita! :)

Y así, llegamos a Gallup, una de las ciudades más antiguas de Estados Unidos, cuya historia se remonta hasta el año 2.500a.C., con la colonización de los indios pueblo del cañón de Chelly. En los días del Antiguo Oeste, Gallup fué una típica ciudad fronteriza con tabernas, tiendas con escaparates, aceras de madera y una única carretera, paralela a las vías del ferrocarril. Hoy en día, esta carretera es conocida como Main Street (calle principal) o Ruta 66.

Cuando la Ruta 66 llegó a la ciudad en 1926, lógicamente aparecieron los numerosos moteles y tiendas, sobre todo, de artesanía india, a los lados de Main Street. Muchos de estos emblemáticos lugares, todavía pueden verse al recorrer la calle principal.

La joya de Gallup es, sin duda, El Rancho Hotel & Motel. Con su lema por bandera "Charm of Yesterday and the convenience of Tomorrow", realmente es único. La decoración es maravillosa y, cada una de sus habitaciones, tiene el nombre de una famosa estrella de Hollywood, coincidiendo con la habitación en la cual se alojó cada uno en los días de gloria de las filmaciones de Hollywood en la zona.

Por ejemplo, aquí estuvieron alojados Clark Gable, John Wayne, Claudette Colbert y muchos otros. Sus fotografías llenan las paredes. Y, por supuesto, nuestra primera parada al entrar en Gallup, fué aquí. Aunque era al mediodía y no nos podíamos plantear quedarnos alojados.

Hicimos una paradita rápida a echar un bocado en un Taco's Bell que había muy cerca y, así pudimos aprovechar el ratito en Gallup para hacer fotos y más fotos!

Como podéis ver, pasear por la Main Street de Gallup es espectacular. Hay secciones de la calle que aún guardan la esencia de la época del Oeste Americano. Y, justo en esta anterior foto, podéis ver el cartel del Lexington Hotel, que ha sido completamente restaurado, devolviéndole el esplendor que tuvo en épocas pasadas.

Al salir de Gallup, el cambio en el paisaje es espectacular, poco a poco, van apareciendo las típicas montañas rocosas erosionadas, típicas de las películas. Sólo nos quedaba hacer una pequeña parada, antes de cruzar a la gran Arizona.

Siguiendo el trazado de la Ruta Madre, el último lugar donde paramos fué el Yellow Horse, típico puesto de venta de souvenirs de los indios Navajo.

La verdad, nos dió bastante pena cómo se sigue tratando a los indios nativos americanos. Y en el Yellow Horse, se puede sentir que están muy lejos de las tiendas típicas de souvenirs montadas a lo largo de la Ruta. Son una gente humilde, que subsiste como puede. Sin ir más lejos, todo lo que venden en la tienda, está distribuido en cajas de tetra bricks cortadas. Toda su artesanía, cuentas de collares, abalorios, está expuesta en la tienda de manera muy rudimentaria. No sé muy bien cómo explicaros, pero se palpa en el ambiente que todavía son considerados unos ciudadanos "de segunda".

Y, ahora sí. Sólo a 1 milla de Window Rock, pudimos ver el tan ansiado cartel: Nos disponíamos a cruzar al maravilloso estado de Arizona.

¿Os he dicho ya las ganas que tenía de estar en Arizona? ;)